lunes, 25 de noviembre de 2013

BESSEMER...

En 1855, Henry Bessember patentó un proceso de refino y reducción de hierro para producir acero en cantidades industriales a bajo costo. El procedimiento consistía en soplar aire a presión en el fondo de la cuchara donde se colaba el arrabio. El aire hace reaccionar su oxígeno con el silicio, luego el carbono, seguidamente del fósforo, los cuales son impurezas del hierro de la fundición. La reacción del oxígeno y el silicio es altamente exotérmica, lo que hacía que el metal se siguiera fundiendo sin necesidad de gastar más combustible. El aire se inyecta a presión por la parte de abajo del recipiente que tiene forma de una cuchara abierta, y se detiene hasta que surge una llama roja, la cual indica la oxidación del hierro. El impacto de este invento, en el contexto de la Revolución industrial, fue inmenso. Mientras nacía la industria pesada astilleros, ferrocarriles, maquinaria fabril...) se logró una materia prima abundante y barata. El acero que ahora se conseguía en grandes cantidades hizo factibles otros logros. Gracias a Bessemer se pudo ver buques de acero mayores, mejores y más baratos, puentes, mayores ferrocarriles, rascacielos, etc.

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